" Mi hijo Jameson, de 2 años, tiene fama de atragantarse (me enteré de que le tienen que extirpar las amígdalas). Una noche estábamos viendo una película y se estaba comiendo unas palomitas, cuando de repente no respiraba. Inmediatamente llamé al 911 y mi marido cogió nuestro dechoker. Hicieron falta varios intentos, pero finalmente las palomitas salieron y volvió a respirar. El 911 tardó 4 minutos en llegar. Mi hijo no habría sobrevivido si el dechoker no hubiera sacado las palomitas antes de que llegara la ayuda médica. Estoy eternamente agradecida por este dispositivo que salva vidas, ¡y SIEMPRE tendremos uno en casa!". - Cassie S.