Si necesita pruebas de que el innovador dispositivo antiahogo Dechoker debería estar en todos los hogares, empresas y botiquines de primeros auxilios para evitar muertes por asfixia, no busque más allá de otra amenaza letal: los incendios domésticos.

La idea de que una casa arda en llamas es aterradora para todo el mundo, y con razón. Se calcula que cada año mueren 2.560 personas en incendios domésticos en Estados Unidos, según las últimas estadísticas de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA). Por trágica que sea esa cifra, el número de personas que mueren asfixiadas cada año en EE.UU. es casi el doble, superando las 5.000 según las estadísticas del Consejo Nacional de Seguridad.

Una falsa sensación de preparación

Dado que casi el doble de personas mueren por asfixia que en incendios domésticos, cabría pensar que la mayoría estaría preparada para una emergencia por asfixia. Sin embargo, por desgracia no es así.

La realidad es que los estadounidenses están mucho mejor preparados para los incendios que para los atragantamientos. Las encuestas de la NFPA sitúan en un 96% el número de hogares que disponen de detectores de humo, y se calcula que el 78% de los estadounidenses dicen saber utilizar un extintor. Sin embargo, en lo que respecta a los primeros auxilios, sólo el 54% sabe hacer la reanimación cardiopulmonar y sólo el 44% posee un botiquín de primeros auxilios. ¿Y si se produce un atragantamiento en el trabajo? Una encuesta de la Asociación Americana del Corazón reveló que sólo el 41% de los trabajadores encuestados no habían recibido nunca formación en primeros auxilios, RCP o desfibriladores externos automáticos (DEA).

Estadísticas del Reino Unido

En el Reino Unido, donde los dispositivos antiahogo Dechoker ya han salvado decenas de vidas, se está impulsando la inclusión de la formación en primeros auxilios en los programas escolares. Esta iniciativa surgió después de que una nueva investigación demostrara que el 95% de los adultos no serían capaces de salvar vidas en situaciones de emergencia, incluido el atragantamiento.

Podemos aprender del pasado

Quizá le sorprenda saber que los detectores de humo no se adaptaron para un uso residencial generalizado en EE.UU. hasta la década de 1970, y no fueron obligatorios en las viviendas de nueva construcción hasta finales de la década de 1980. Como ocurre con muchas tecnologías, la aceptación por parte del público llevó su tiempo. Hoy en día, se calcula que la existencia de detectores de humo ha reducido a la mitad el riesgo de morir en un incendio.

Tenemos que empezar a tomarnos los riesgos de atragantamiento con la misma seriedad. La verdad es que las muertes por atragantamiento se pueden prevenir. ¿Tiene su familia o su lugar de trabajo un plan de emergencia en caso de incendio? ¿Alarma de incendios? ¿Extintor? ¿UN DEA? Tiene sentido incluir el Dechoker como parte de ese plan de preparación.

La buena noticia es que Dechoker es fácil de manejar y se puede utilizar con cualquier persona a partir de los 12 meses de edad. Aprenda cómo funciona Dechoker aquí o haga clic aquí para comprar y añadir Dechoker a su botiquín de primeros auxilios.