Consejos para prevenir los atragantamientos en verano

Consejos para prevenir los atragantamientos en verano

8 de noviembre de 2024

El verano está oficialmente en marcha, y con la estación llegan toda una serie de nuevos retos de prevención de atragantamientos para padres y cuidadores de todo el mundo. Los niños son más propensos a experimentar emergencias de atragantamiento que los adultos, y aunque esas emergencias pueden ocurrir en cualquier momento, nos gustaría aprovechar esta oportunidad para darle algunos consejos especiales sobre esta época del año. Estos son los principales peligros de atragantamiento en verano a los que hay que prestar atención.

Tiempo no supervisado

Los niños ya no van al colegio, lo que significa menos estructura en las comidas y posiblemente menos supervisión directa, dependiendo de la edad de tus hijos y de la situación de la guardería. Los niños de secundaria o los adolescentes pueden pasar los días solos en casa o cuidando a sus hermanos pequeños. Nos imaginamos a muchos niños en el sofá merendando mientras juegan con un dispositivo móvil o ven la televisión.

Los niños son más propensos a atragantarse con la comida que con otros objetos, y ese riesgo de atragantamiento aumenta aún más cuando los niños están tumbados y comprimen sus tráqueas, o cuando corren de un lado para otro. La forma más segura de comer es sentado derecho en una mesa, pero el verano parece traer consigo muchos otros tentempiés y comidas improvisadas para los niños. Además, los adultos de confianza, como padres y profesores, pueden no estar presentes en caso de emergencia.

¿Qué puede hacer usted como padre? Empiece por hablar con sus hijos sobre los riesgos de asfixia y su prevención. Involucre a toda la familia para que, en estos meses de verano en los que los niveles de supervisión cambian, tenga algún respaldo. También debería hablar con las niñeras, empleados de guarderías u otros cuidadores de niños sobre cómo trabajan para prevenir emergencias de atragantamiento.

Playas, juegos de pelota y barbacoas

Hablando de atragantarse con la comida, hay muchos acontecimientos veraniegos en los que puede aumentar el riesgo de atragantamiento. Piense en todas las comidas al aire libre, fiestas al aire libre, viajes a la playa o a la piscina, salidas al estadio y otros momentos veraniegos que implican comer. Cuando los niños corretean y comen algo, es más probable que se atraganten que si están sentados y quietos.

Además, los propios alimentos veraniegos pueden aumentar los riesgos. Algunos de los alimentos que más atragantamientos provoc an entre los niños son los perritos calientes, las uvas, las zanahorias, las palomitas de maíz, los caramelos y los malvaviscos, todos ellos manjares habituales en verano. La mejor forma de prevenir los atragantamientos con estos alimentos es cortarlos en trozos muy pequeños para los niños pequeños y prestarles mucha atención cuando los coman.

Globos

Puede parecer un consejo sorprendente, pero es muy importante. Aparte de la comida, una de las cosas más comunes con las que se atragantan los niños son los globos. Muchos padres de pequeños pueden dar fe de que a los niños les atrae meterse globos desinflados en la boca, ya sea para intentar inflarlos o simplemente para masticarlos.

En verano, tenemos los viajes al parque de atracciones o a la feria, las peleas con globos de agua y las fiestas de cumpleaños, aunque admitimos que es una fuente de este riesgo particular durante todo el año. No obstante, es una buena época del año para recordar el peligro de los globos.

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