Los niños encuentran muchos motivos para reírse durante el día. Los dibujos animados divertidos, el juego con los juguetes y el asombro ante el mundo que les rodea arrancan carcajadas constantes a los niños. Sin embargo, si están comiendo, un ataque de risa también puede conllevar el riesgo de atragantamiento. Los niños menores de cinco años corren un riesgo considerable de atragantarse, aunque la tragedia puede ocurrir a cualquier edad. Un niño muere atragantado cada cinco días, pero usted puede ayudar a evitar estas tragedias conociendo los riesgos de atragantamiento a los que se enfrentan los niños, así como los objetos comunes con los que se atragantan y la forma correcta de ayudar a un niño que se está atragantando.

¿Por qué se ahogan los niños?

Los niños se enfrentan a varias desventajas a la hora de atragantarse. En primer lugar, sus tráqueas son mucho más pequeñas que las de los adultos. Un objeto que cause una obstrucción parcial en un adolescente o un adulto puede obstruir por completo la tráquea de un niño. Los lactantes, niños pequeños y preescolares pueden carecer también de la coordinación y las técnicas alimentarias adecuadas, lo que aumenta aún más su riesgo. Un niño desatendido o distraído puede tragar más de lo que pretende mientras se ríe, lo que puede conducir rápidamente a una situación fatal. Si están apurando la comida para volver a una actividad divertida, los niños pueden intentar comer trozos más grandes de lo que su cuerpo puede soportar o no beber suficiente líquido durante la merienda.

¿Con qué se ahogan los niños?

Los alimentos encabezan la lista de atragantamientos infantiles. Los alimentos favoritos de los niños, como los perritos calientes, los caramelos duros, las uvas y la mantequilla de cacahuete, presentan mayores riesgos que otros alimentos. Las formas y texturas de estas comidas comunes bloquean fácilmente el suministro de oxígeno del niño. Puedes minimizar los riesgos de atragantamiento ofreciendo porciones más pequeñas de comida, como cortar un perrito caliente en trozos del tamaño de un bocado en lugar de en rodajas. Los juguetes pequeños y las monedas crean otro riesgo de asfixia en el hogar. Evite los juguetes con etiquetas de advertencia de atragantamiento, tire los juguetes rotos y recoja las monedas por toda la casa.

Cómo ayudar a un niño que se atraganta

Dispone de cuatro minutos para restablecer el flujo de aire del niño antes de que se produzcan daños cerebrales. Después de 10 minutos, la muerte cerebral irreversible está casi garantizada. Es probable que los profesionales médicos de urgencias no lleguen a su ubicación antes de que se encuentre en la zona de peligro, por lo que debe saber cómo ayudar a un niño que se asfixia inmediatamente. Varias técnicas médicas, como los Empujes Abdominales y la RCP, pueden ayudar a un niño que se asfixia. Sin embargo, corre el riesgo de lesionar gravemente al niño, sobre todo si no conoce las técnicas especializadas para bebés y niños pequeños.

En lugar de luchar por salvar la vida de un niño sin conocer las técnicas apropiadas para su edad, un dispositivo médico llamado Dechoker proporciona un método rápido y eficaz para despejar las vías respiratorias de fluidos y materiales. El Dechoker está disponible en dos tamaños apropiados para niños de seis meses a cinco años y de cinco a doce años. Los niños mayores caben en la versión para adultos del dispositivo. Se introduce un tubo en la boca del niño y una mascarilla le cubre la boca y la nariz. Se tira del émbolo del dispositivo para crear succión y extraer el objeto de la boca del niño. En muchos casos, el Dechoker despeja las vías respiratorias en segundos, reduciendo el tiempo de falta de oxígeno.

Los niños se enfrentan a muchos riesgos en el mundo, pero el Dechoker le permite minimizar la amenaza de atragantamiento. Combinando este dispositivo médico con buenos hábitos alimentarios, selección de juguetes y limpieza, puede proteger a sus hijos de enfrentarse a esta aterradora situación.