Si a usted o a un familiar le han diagnosticado disfagia, es decir, dificultad para tragar, querrá conocer los riesgos y las posibles complicaciones. La disfagia puede producirse por varias razones y puede ser temporal o permanente. Es posible que tenga que cambiar lo que come y cómo lo come para evitar las siguientes complicaciones.

Mala nutrición y deshidratación

Tener problemas para tragar puede afectar a su nutrición. Debes asegurarte de que sigues ingiriendo la cantidad y calidad adecuadas de alimentos para obtener las vitaminas y nutrientes que tu cuerpo necesita. Trabajar con un nutricionista puede ayudarte. Puede que tengas que comer alimentos diferentes que sean más fáciles de tragar o cambiar a una dieta de purés. También hay que asegurarse de ingerir suficiente líquido. Beber agua es importante para el funcionamiento normal de nuestro organismo y, sin ella, puede producirse deshidratación y desequilibrios electrolíticos.

Asfixia

La dificultad para tragar puede provocar atragantamiento. Los alimentos deben ser impulsados desde la boca hacia el esófago y el estómago. Parte de este proceso implica cerrar la epiglotis (el tejido que cierra la tráquea) para que la comida baje correctamente por el esófago. Si este tejido no cierra la tráquea, los alimentos pueden bajar por ella y obstruir las vías respiratorias. Esto provoca atragantamiento y es una afección potencialmente mortal. Si esto ocurre, se necesita tratamiento médico de urgencia, empezando por la maniobra de Heimlich (compresiones abdominales). Si no se desaloja el alimento, puede producirse la muerte.

El dispositivo Dechoker se diseñó como una opción adicional de primeros auxilios para niños y adultos. El dispositivo utiliza la succión para desalojar el objeto atrapado y, en muchos casos, despeja las vías respiratorias en cuestión de segundos.

Aspiración

La aspiración es similar al atragantamiento, ya que la comida o bebida se introduce en la tráquea por donde no debe. La diferencia es que, en lugar de toser, la comida o bebida desciende a los pulmones, donde puede causar problemas más graves. Una vez en los pulmones, puede provocar inflamación, vías respiratorias reactivas o neumonía. La neumonía es una infección grave que puede poner en peligro la vida.

Hable con su médico para conocer mejor los riesgos y complicaciones de la disfagia.