¿Por qué no somos mejores en primeros auxilios en caso de atragantamiento?
15 de noviembre de 2024
Más de 5.000 personas mueren cada año en EE.UU. por atragantamiento, que es una de las principales causas de muerte en niños menores de 5 años y adultos mayores de 65 años. Sin embargo, la mayoría de las familias están menos preparadas para un atragantamiento que para muchas otras emergencias, como incendios, intoxicaciones por monóxido de carbono y ahogamientos.
Lo que lo hace más trágico de todo es que estas muertes pueden prevenirse. Los tratamientos de primeros auxilios para el atragantamiento no son una práctica común para la mayoría de la gente, y estamos aquí para ver por qué.
Un pensamiento aterrador
La asfixia es el tipo de emergencia lo bastante común como para que la mayoría de la gente conozca a alguien que haya sufrido un incidente, pero no tan común como para que todo el mundo tenga una experiencia personal que contar. Es el tipo de cosa que la gente entiende que le puede pasar a cualquiera, pero que parece tan remota que muchos prefieren no pensar en ella.
La asfixia parece una amenaza insidiosa que puede atacarnos en cualquier momento y sobre la que no tenemos control, como un rayo. Aunque puede ser cierto, creemos que reflexionar sobre esos "pensamientos aterradores" puede ser fortalecedor. En lugar de ignorar el riesgo y esperar que no ocurra, podemos prepararnos para el riesgo en caso de que ocurra y sentirnos tranquilos con esa preparación.
La cuestión de los primeros auxilios
Otra posible razón por la que más gente no está preparada para un atragantamiento es que los tratamientos de primeros auxilios comúnmente aceptados pueden resultar intimidatorios. Los médicos y otros expertos recomiendan una combinación de dos tratamientos contra la asfixia: palmadas en la espalda y compresiones abdominales, también conocidas como maniobra de Heimlich.
Estos tratamientos suelen ser bastante eficaces y relativamente sencillos de aprender para la mayoría de los profanos, pero muchas personas son reacias a probarlos por un par de razones. En primer lugar, incluso cuando las realiza perfectamente un profesional cualificado, las compresiones abdominales suelen provocar lesiones como la rotura de costillas. Obviamente, esa lesión es menor comparada con la muerte, pero aun así pone a la gente nerviosa. En segundo lugar, la naturaleza íntima de estos tratamientos puede poner nerviosa a la gente, sobre todo cuando se trata de ayudar a un desconocido, por ejemplo en un restaurante.
Hay informes de algunas personas que se sienten demasiado nerviosas para intervenir y ayudar a una víctima de asfixia por temor a que puedan ser responsables de cualquier lesión e incluso correr el riesgo de una demanda, simplemente por tratar de ayudar. En la mayoría de los estados se han promulgado leyes del buen samaritano para proteger a estas personas, pero no se puede negar que sigue habiendo cierta indecisión natural.
Una opción más sencilla
Creemos que podemos tener una solución para ayudar a frenar la oleada de muertes por asfixia: El Dechoker. Nuestro innovador dispositivo antiahogo es extremadamente fácil de usar, tanto que la mayoría de los adultos podrían usarlo incluso con ellos mismos si estuvieran solos.
Para utilizar el dispositivo, basta con colocar la mascarilla sobre la boca y la nariz y tirar hacia atrás del émbolo, que utiliza la succión para despejar las vías respiratorias. No es necesario entrar en contacto con la víctima y no hay riesgo de lesiones. El Dechoker puede utilizarse como alternativa a los tratamientos tradicionales en cualquier persona de un año o más, y creemos que podría cambiar realmente el panorama de las muertes por asfixia.
Para saber más, consulte otros artículos de nuestro blog y visite nuestro sitio web para obtener más información sobre The Dechoker y su funcionamiento.